sábado, 27 de diciembre de 2008

“El pasado que nos condena a nuestra decadente actualidad”

Hoy en día nuestro país esta sufriendo una grave crisis, y no tanto financiera ni energética, si no que mas bien una crisis social. Es increíble como puede haber tanta división entre la gente, la cual detona en temas como política, religión, etc.

Siempre me pregunte porque en Chile, un país con pocos habitantes existen tantos partidos políticos. Bueno la respuesta es clara, debido a que todos quieren tener poder, cada político quiere mandar en su partido, y cuando ya no lo puede hacer se ve obligado a crear algún partido prometedor, pero igual que todos los demás, o bien cambiarse al partido al que le ofrezcan mas mando al que ostenta.

Ya la monotonía se apodero del país. Los mismos que hace algunos años pedían a gritos un cambio político en el país, hoy están sentados viendo como otros son los que le piden que cambien. No importa la ideología del mandatario, el de izquierda le echa la culpa a los empresarios de derechas, y los de derecha se excusa con que el gobierno no les deja actuar. Y así es como la burocracia de este país acaba con los sueños de alguno.

Hasta hace poco pensaba en cambiar el país, pero me di cuenta que ni con comunismo ni con fascismo esta nación puede cambiar. Muchas personas creen que cambiando el presidente cambiara su vida, tendrán más trabajo y serán más felices, pero a esas personas se le olvidan que el presidente no tiene tantos cupos de empleo, contando los ministros, secretarios, subsecretarios, cónsul, canciller, etc. Esto puestos no alcanzarían para todo el país. Y estos energúmenos se digan, de poner en estos puestos a sus familiares o al candidato que no salio electo en alguna municipal.

Y si de irregularidades se trata, cabe mencionar la serie de corrupciones que se han cometido descaradamente, en estos tiempos de supuesta democracia, tales son los casos de las famosas indemnizaciones, sobresueldos, etc. Algunos de estos pintorescos personajes se escudan diciendo que en el régimen militar la corrupción era mucho peor de lo que es ahora, pero bueno fueron otros tiempos y aun así no se justifican las irregularidades de estos gobiernos.

Tiempos en que el país cambio rotundamente su forma de ser y de pensar. Pasando por una etapa denominada por los artistas “El Apagón Cultural”, ya que durante varios años no se pudo hacer ninguna manifestación artística. Increíblemente algo tan propio del ser humano como la cultura, se prohibió por algunos años, me parece totalmente ilógico, solo era de esperar de estas dictaduras de corte fascistas.

Fue así como muchos artistas fueron exiliados, haciendo sus obras desde otros países, estas obras fueron de suma importancia, ya que al acabar todo este periodo sirvieron para ver hasta que punto influencio este régimen en la cultura.

Sin duda que el 11 de septiembre de 1973 marco un antes y un después en la historia social, política y cultural de nuestro país. Toda la población estaba atemorizada, ya que en un principio no se creyó mucho en esto de un golpe de estado, pero con el paso de las horas fue todo una catástrofe. Bombardeando la moneda comenzaron a sembrar el pánico en la población, cosa que todavía existe. Este pánico fue el causante de la oposición a este nuevo gobierno, el cual nunca se entero de la existencia de los Derechos Humanos, estos fueron redactados en la segunda mitad del siglo XX, después de la segunda guerra mundial pensando en que los atroces crímenes nazis ya no se cometerían, pero eh ahí un gran error del ser humando, ya que por muchas veces que aprenda de sus errores, este se sigue equivocando y cometiendo los mismo errores.

Este cambio en el país sin duda que causo un impacto a nivel internacional, ya que pasamos de un presidente marxista (elegido democráticamente), a un mandatario de corte fascista. Un cambio realmente brusco al que las personas se debieron acostumbrar, y las que no, si no eran exiliadas, las esperaba una mejor vida, por disfrazar de alguna manera la muerte.

Los primeros años de esta nueva forma de mandar al país, fueron los duros, nacieron grandes cantidades de grupos extremitas para acabar con estas autoridades, pero fueron solo intentos fallidos. A consecuencia comenzó una persecución política de los militantes de estos grupos, estas persecuciones acabaron con el destino de muchas vidas, algunas todavía no aparecen y otras se tienen la clara certeza de que fueron ejecutadas. De ahí que nace todo el resentimiento de algunos en contra de los otros, los cuales nunca olvidaran, y mucho menos perdonaran a los culpables. Y es ese el gran problema de nuestra sociedad, la cual por cosas del pasado se niega a compartir con personas de otra ideología.

Espero que algún día, en algún futuro no muy lejano, esta rivalidad se deje de lado, y Chile pueda ser uno solo. No importa que no seamos el mejor país del mundo, pero con que tengamos la mejor sociedad me conformo, y cuando digo sociedad no me refiero a las clases sociales, si no al tipo de persona, ya que estas son las que construyen un país.



*José Ignacio Navea

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